Salmo 5 APP
2 Escucha mi grito de auxilio, Rey mío y Dios mío, porque a ti te imploro.
3 Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te ofrezco mi oración y espero con esperanza.
4 Tú no eres un Dios que se complace en la injusticia; contigo el mal no puede morar.
5 Los arrogantes no son aceptados en tu presencia; odias a todos los que hacen el mal.
6 Destruyes a los mentirosos; homicidas y traidores odia el Señor.
7 Pero yo, por tu gran amor, entraré en tu casa; con temor me postraré ante tu santo templo.
8 Guíame, oh SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; alisa tu camino delante de mí.
9 No hay palabra digna de confianza en sus labios; su mente sólo trama destrucción. La garganta es una tumba abierta; con su lengua engañan sutilmente.
10 ¡Condénalos, oh Dios! Que caigan por sus propias maquinaciones. Échalos fuera por sus muchos delitos, porque se rebelaron contra ti.
11 Pero alégrense todos los que en ti se refugian; siempre canta con alegría! Extiende tu protección sobre ellos. Que los que aman tu nombre se regocijen en ti.
12 Porque tú, Señor, bendices a los justos; tu favor lo protege como un escudo.